Por estos días, en los que la humanidad está viviendo momentos difíciles, y el cuidado de la salud y el bienestar son la prioridad, hemos tenido que suspender varias actividades habituales y muchas favoritas, como viajar, aventurarse y explorar nuevos lugares.
Estos momentos son fundamentales, para conectarnos con nosotros mismos y reflexionar sobre lo que está pasando en nuestro interior y en nuestra sociedad. Estos días son perfectos para viajar a nuestro interior, unirnos a procesos de desarrollo y evolución de conciencia, caminar hacia el equilibrio, el discernimiento y la sabiduría.
En tres pasos podrías caminar hacia la sabiduría , los cuales están asociados e inspirados en tres leyes fundamentales de la evolución, las cuales han sido descritas por el sociólogo y humanista Gerardo Shmedling (UNICCOMUNDO: 2.000), estas leyes, están ligadas a las tradiciones Herméticas y la filosofía Védica de la India, las cuales fueron transmitidas oralmente desde hace 5.000 años en el Antiguo Egipto y Grecia.
1. Primer paso: Vas a recibir lo que te corresponde. Esta premisa, esta basada en la Ley de la Correspondencia, la cual determina las características de las experiencias de vida de cada persona. El lugar donde estamos, las situaciones específicas, los trabajos, las relaciones, se dan acordes con la necesidad y el proceso de aprendizaje de cada uno.
Cada situación que se nos presenta es paralela a nuestra experiencia de vida. Nos corresponde, según lo que damos y según lo que debemos aprender. Es así como, si queremos que nos lleguen grandes cosas, debemos generar y servir en ellas.
Si queremos que el mundo cambie, debemos empezar por cambiar nosotros mismos, sabemos que somos un espejo de lo que reflejamos. Cuando cambiamos nuestro interior, se ve reflejado en el exterior.
Según el maestro Gerardo Schmedling, los postulados de la ley de correspondencia son:
2. Segundo paso: vibra positivamente para armonizar tu vida y entorno : este paso, esta inspirado en la Ley de la armonía y vibración: esta ley explica que todo se mueve hacia un cambio y se transforma. Un pensamiento positivo vibra en frecuencias muy altas. Un decreto también se concreta. Las leyes de la armonía son las que permiten vivir en equilibrio, adaptarnos a las características y circunstancias específicas del lugar y las personas con quienes nos corresponde estar.
Cada pensamiento y cada palabra tiene poder creador, es una carga vibratoria para materializar cualquier cosa. De hecho, cada palabra puede construir o destruir. La violación de esta ley genera malestares psicológicos, y se manifiesta con desconfianza, temor, depresión, tristeza y complejos.
Según el maestro Schmedling los postulados de esta ley son:
3. El Tercer Paso: cuida la naturaleza para recibir de ella bienestar. Esta premisa está enmarcada en la ley de la naturaleza, esta ley tiene la función principal de mantener en perfecto funcionamiento todo lo relacionado con la materia y los organismos vivos (mineral, vegetal y animal), sin la naturaleza en balance, no es posible una verdadera evolución de conciencia. Cuando se violan las leyes de la naturaleza se da la desnutrición, enfermedades, miseria, malformaciones, plagas y agotamiento.
Schmedling, en sus escritos describe los siete postulados de esta ley:
Es así como, ser felices durante el paso de la vida, se ha convertido en uno de los objetivos más importante de casi todos los habitantes de la tierra, pero ¿cómo lograrlo? Ese es el gran desafío. Estos tres pasos, basados en tres leyes fundamentales, pueden ser grandes herramientas para mejorar tu calidad de vida.
Generar, servir, dar, apoyar, comprender y aceptar, puede ser la mejor forma para recibir lo que muchos esperamos: tranquilidad, abundancia y paz interior.
Si comprendemos, que todas las situaciones, por difíciles que nos parezcan, son lecciones de vida que se nos presentan para nuestra evolución y deben ser manejadas de manera balanceada, nuestra forma de ver las cosas sería menos trágica.
Estas leyes, pueden verse de alguna manera, como contradictorias, en las que podemos preguntarnos ¿nos corresponde lo que nos pasa? o ¿son generadas por nosotros mismos, según nuestra vibración y elección? En este caso tendríamos dos respuestas; nos corresponde vivir ciertas circunstancias, según nuestro nivel de evolución, y se nos presentan como lecciones para evolucionar. De igual manera, depende nuestra vibración, la atracción o rechazo de ciertas situaciones y/o personas. Depende del manejo que le damos a cada situación, el resultado será enriquecedor o destructivo.
Podemos obrar desde la sabiduría y la aceptación, esto nos corresponderá un futuro plácido, recogiendo lo sembrado; o podemos obrar desde el ego, la envidia y la ira y probablemente recibiremos lo mismo.
Así que, pese a las situaciones difíciles, este es el momento de encontrarnos con nosotros mismos, de armonizarnos con la naturaleza, de buscar el equilibrio , subir la energía, y así, disfrutar la armonía que se logra, cuando se vive con sabiduría.